Este verano en la playa vi a más de una joven que, si no era torrex, echaba muy poco de menos. Entiendo que el bronceado es encomiable, pero estos cuerpos demasiado morenos a veces son contraproducentes. Para quienes no lo sepan, la tonarexia es una enfermedad que aflige a aquellas personas que disfrutan de ser morenas. Así como una anoréxica puede verse gorda en un espejo, las tonorexicas se ven pálidas, demacradas y con la piel blanca, incluso con un bronceado fuerte.
En estos casos, existen dos problemas, uno psicológico, que debe ser tratado por un psicólogo, y el otro, de salud, los efectos que estos excesos tienen en la piel, que deben ser tratados por un dermatólogo.
Los principales síntomas de la tonorexia son:
– Bronceado intenso
– Quemaduras en la piel que intentan ocultar con cosméticos.
– Envejecimiento prematuro de la piel
– Situaciones de ansiedad
– Visitas frecuentes a solariums y cabinas UV
Sorprendentemente, cada año aumenta el porcentaje de personas que padecen estos síntomas. El perfil de esta enfermedad está más representado por mujeres de 20 a 40 años. Aunque en los últimos años el porcentaje de hombres ha aumentado significativamente. De acuerdo a Manuel Asin, Presidente DERMUS, Asociación de clínicas privadas especializadas en dermatología, en los meses de invierno las personas que padecen esta obsesión, utilizan de forma forzada e incontrolable largas sesiones de solárium y rayos UVA, una práctica sumamente peligrosa que degenera en quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel y, peor aún: cáncer de piel. . Asin no recomienda el uso de estos dispositivos, que se distribuyen sin supervisión médica.
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