Si algo queda en la vida es la cosmética. Es parte de mi trabajo: saborearlos, sentirlos, sentirlos, olerlos, probarlos. Y me gusta. Mucho. Al estar tan bien provisto, se supone que debe ser cuidado divinamente. Pues resulta que no, mucho del principio activo de última generación, muchas moléculas nacidas en los laboratorios más complejos, mucho conocimiento adquirido a lo largo de los años de profesión, y fallé en el más…