QUERIDO ANTONIO | Belleza en vena

  • julio 2, 2021

querido Antonio, y me repito, porque el amor no es una simple fórmula de cortesía, es un sentimiento de cariño y respeto que llevo en mi corazón desde que te conozco ahora … Uf, no lo voy a hacer porque .. Bueno , Hace 30 años. Tres décadas que has pasado en este mundo de belleza y ahora dices que te vas. Sé que no es para siempre porque eres un hombre de acción, y la gente de acción no suele irse, como mucho se despide de la temporada. Para aquellos de ustedes que leen y malinterpretan de lo que estamos hablando, se lo daré. instrucciónque tiende a hacer resúmenes o resúmenes, pero en inglés es más frio. Antonio Cano y Medina Este es el mundo histórico de la belleza. Sabía que él era la cabeza Roca más Españapero donde realmente aprendí a amarlo fue en su carrera como CEO Laboratorios Pierre Fabre primero en España y luego también para España-América. Tu sabes quien controla y firma las firmas que coinciden Avenida,, Chlorane, Ducra, Galeno Oh Rene Führer… Y seguro que los dejo, porque Pierre Fabre no solo se dedica a la dermocosmética, sino que también está inmerso en miles de fórmulas médicas de todo tipo. Pero es una historia que no conozco.

Antonio – uno de esos personajes que no te deja indiferente, con una actitud amable y amigable con él siempre ha sido una de sus hermosas chicas en la prensa. Fue pionero en el desarrollo de relaciones amistosas con periodistas. Él es muy «tú eres para ti», y los viajes que organizó solo para casarse con las chicas de la prensa de belleza son legendarios. Y cuando hablo de viajes, me refiero a una experiencia única. De su mano recorrimos miles de millas. De porcelanaArgentina, de Brasil a Siria, Jordania, Kenia Oh Cubapara nombrar unos pocos. Todo es fantástico, todo fue cuidado al máximo para que pudiéramos disfrutar plenamente de unos días de descanso y conocimiento mutuo.

Antonio Kano con periodistas de belleza en Cuba
Si tuviera que quedarme con tres, como deseo, aventuras llevadas a cabo de su lado, elegiría China, donde además de ver miles de palacios paladar (era 2001 y Beijing no era lo que es hoy), me hizo emperatriz del presente. El caso es que nos disfrazó a todos bajo un chinito y una chinita para el gran banquete imperial que tenía reservado para la Última Cena, y yo ordené a la china, nunca mejor decir, que hiciera de emperatriz con el emperador, una pequeña corona (que pesaba toneladas) y el traje que todavía recuerdo que la manga enrollada en mi pequeño antebrazo medía casi 16 pies. 18 horas de viaje a esas fronteras asiáticas, valió la pena. Había quienes traían tantas imitaciones que para volver a casa desde el aeropuerto de Barajas había que coger dos taxis.

En Perrit Moreno

El segundo, idílico donde están, se fue a Argentina, nos sostuvo en el medio Buenos Aires y Perita morenoy nos quedamos en un hotel, Notrosque aún hoy tengo una imagen grabada en mi retina que vi desde mi habitación: la postal perfecta del glaciar. Una habitación que me permitió ver por primera vez Cruz del Sur, esa estrella de otro hemisferio que marca el camino tanto para pastores y marineros como para nosotros Osos, mayores y menores. Y donde, por cierto, me dieron un masaje que aún recuerdo.

En Palmira, Siria

¿¿El tercero? Sin duda el que hicimos en Siria visitando Damasco Y. Alepo (qué ira y qué dolor de masacre son los sirios y sus vastos tesoros culturales no solo humanos sino también artísticos). En el país donde me convertí en beduino, donde descubrí el atractivo del desierto, soy muy verde y montañoso. Me eclipsó. Pero lo que nunca olvidaré es la cena en el templo. Palmira. Imagina probar la gastronomía de este lugar abastecimiento en medio del templo y rodeado de piedras con una historia milenaria. Ahí es donde sentimos nuestro amor Teresa de la Cerva (ABC y La Polvera) él estaba muriendo. Sí, pensamos que se estaba asfixiando, y los especialistas en primeros auxilios empezaron a intentar que pateara el mordisco responsable de la asfixia. Todo daba miedo y, al parecer, las maniobras de rescate no sirvieron de nada, porque ya en Madrid, Teresa descubrió que tenía un síndrome, del que de vez en cuando parece que se asfixia.

De izquierda a derecha, Marian Villa, Iciar Salceda, Mª Eugenia Leon,
Teresa de la Cerva y Cristina Mitra en el Templo de Palmira
minutos antes de los «miedos» de Teresa.
Y todavía estaría celoso, pero la publicación es corta y no quiero ser demasiado duro. Sin embargo, no puedo evitar mencionar las 48 horas de tránsito y avión que nos llevó llegar allí. Nairobi y de lo que podíamos sudar, bailando con los masai; también Jordán dónde Stephanie Mila y yo soy el único que se sentó en el camello para montar Petra… No puedo olvidar estos viajes y nunca olvidaré a Antonio Cano, su pasión por el trabajo, una época en la que sé que ha ayudado a periodistas como yo, adelante, su generosidad y porque para mí no hay duda Dandy, con mayúscula, este mundo de belleza en el que navego. Un caballero al que amo y espero seguir viendo en los próximos años, y ahora que dice que se va a afeitar el pelo, aún más. Adiós Antonio … y, como dicen los mexicanos,que vas muy lindo!

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