No seas así, Manuel Ignacio, qué te cuesta

  • junio 27, 2021

Otra prueba de que los hombres y las mujeres son diferentes es esta celulitis. No digo que haya hombres con celulitis que definitivamente también lo serán, pero es cierto que afecta más al sexo femenino. Así como nuestros estómagos se hinchan por beber dos cervezas de nadie, a las mujeres les dan, especialmente en las nalgas, por no hablar de las nalgas y en los muslos, esos molestos bultos debajo de la piel que son tan aburridos.

¡Perra, lo sé!

– Pero, cariño, si soy delgada, ¿por qué debería tener celulitis?

«Bueno, flaco, flaco …»

– Oh, ¿no soy delgada? Ahora resulta que estoy gordo … Eres un idiota, Manuel Ignacio.

Al menos es reconfortante que haya muchos científicos e investigadores tratando de encontrar una solución al problema, porque tarde o temprano seguramente lograrán el objetivo. Por el momento, hay varios tratamientos que pueden funcionar más o menos.

Te hablo de mi prima Rociar. Tiene, como debe ser en las mujeres, un cuerpo parecido a una guitarra, solo que las curvas están marcadas un cuarto por debajo de las caderas, es decir, en las pistoleras. Esto la hace más parecida a una guitarra mexicana que a una sonora de flamenco. Baste decir que su marido, que es muy bromista, la llama John Wayne. Por supuesto, está de mal humor.

«Manuel Ignacio, ¿vamos a Londres este fin de semana?»

– Está bien, pero primero vacíe los cartuchos, lo detendrán en el aeropuerto.

Escucha, cariño, te vas a Londres con tu madre. ¡Idiota! ¡Infame! ¡Capullo!

Y eso es un poco tonto. Nunca me gustó la verdad. Bueno, yo voy por tratamientos anticelulíticos. Leí en el sitio web de la clínica lo que hacen si quieres, uh, es opcional Terapia de presiónque no tiene nada que ver con meterte en la cárcel para hacerte perder peso por disgusto, no. Es el drenaje linfático que te da la máquina e infla un par de botas con aire que mueve toda la pierna, desde los pernos hasta las caderas.

Otras opciones son el tratamiento médico y quirúrgico. Mesoterapia, no es que te pongan sobre la mesa y corten rodajas de celulitis, no. Este es un tratamiento que consiste en inyectarle un líquido que actualmente no estoy autorizado a recetar (Vamos, no sé quiénes son así entre nosotros) que actúan directamente sobre la celulitis. Lo mismo – champú Esencias de hierbas, porque mi amigo, cuyo cabello está tan grasoso que rezuma desde que lo usa, no te das cuenta de lo bien que está. Lo mismo.

Otro tratamiento, pero por el que ya tienes que someterte a una cirugía, es este Liposuccion o el fenómeno de una aspiradora, que consiste en la absorción de todo el exceso de grasa y se supone que ya no se acumula allí. Lo malo es que cuando engorda, esta parte es extraña. Siempre he pensado que si el médico se distrae y no se detiene a tiempo, lo mismo queda como un traje de neopreno, vacío por dentro porque tiene que chuparte hasta los huesos. No lo sé, no creo que pueda suceder.

Características adicionales: Electroterapia y Ultrasonolipólisisconsistente en que te imponen electrodos, te hacen unos choques de los que cagas, y se supone que muelen la grasa o la diluyen.

Otra opción menos agresiva: cremas de por vida. Por supuesto cremas para la celulitis, porque como te das Atrix para las manos secas tienes »Liao«.

También puedes ir a SPA y darte esos chorros que salen tan fuertes que cuando mueves tus órganos internos te empujan hacia afuera y el chorro te golpea fuera del área.

Hacer deporte y comer algo que no sea horneado industrial también debería ayudar, aunque por supuesto esta es mi opinión sin base científica.

Manuel Ignacio, mira como me quedé después de los chorros submarinos que apliqué.

– Maldita sea, te veo igual.

– Por supuesto, Manuel Ignacio, eres un imbécil inigualable.

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