Aquellos con L’Oréal París no estudias. Autoridad de Normalización Publicitaria de Gran Bretaña los tiene entre las cejas y las cejas. Entre las cejascomo dicen en La ciudad. SÍ es un organismo de autorregulación que se ocupa de los bienes de consumo y verifica que todo lo dicho en publicidad ser cierto. Bueno, simplemente obligaron a la empresa francesa a retirar la empresa. Rachel Weiss como el personaje principal porque su imagen ha sido muy alterada y engañosa. Vamos, has gastado seis licencias Photoshop en la piel de una dama 007. El problema es que esta no es la primera vez que repiten violaciones. Hace unos meses les pasó lo mismo a dos empresas Julia Roberts con el fin de Lancome y con Christy Turlington con el fin de Maybelline. Y hace unos años era nuestro Penélope quien ha sufrido en su carne, o mejor dicho en pestañas postizas, la cruz de excesivo rigor de la ASA.
Veamos señores publicidad es como Sabios: todos sabemos que no existen, pero nos gusta creer. Por supuesto, la línea que separa la idealización del engaño es muy, muy fina. Ya te digo que no hace falta tener una maestría en audiovisual para saber que al usar desodorante El hacha no se van a caer del cielo muchas braguitas en lenceria, como una ducha angelical el secreto de Victoria. También te puedo asegurar que las camisas no salen secas y no se planchan con la lavadora y que no aparecerán en tu casa. Hugo Silva cada vez que revelas el yogur griego, es un alivio, por cierto. Metro de Madrid no vuela: suele ir bastante bien, pero a ras de suelo; Los alimentos precocinados no salen del microondas ya cubiertos y con una deliciosa guarnición (propuesta de presentación); Después de aplicar el acondicionador, su cabello no se mueve a cámara lenta, y si abre una botella de acondicionador, la habitación no se llenará de flores. Si un erizo viniera a mi casa para venderme un seguro de vida, saltaría por la ventana (y yo vivo en el 5) sin dudarlo. Las máquinas estándar no tienen mayores lujuriosas, incluidos pompones, tampoco Antonio Banderas montar a lomos de un caballo negro cuando se vaya de vacaciones a las playas mexicanas. Huevos niños no hablan, y cuando comes chicle, no se controla una explosión de ensalada de frutas y menta en la boca. Y desafortunadamente, no te teletransportas a un paraíso donde solo viven hermosas mujeres en minibikins cuando dos gotas de tu fragancia favorita entran en contacto con tu piel. ¡Ah! Y, lo peor de todo, maestro Gila No llama desde detrás de la tumba cada vez que te preparas un sándwich en rodajas.
Entonces, a riesgo de alienar a los empleados de ASA para siempre, les voy a causar mucha hostilidad: Sr. Limpio y el mayordomo del algodón son personajes de ficción. No hay nada que puedas hacer al respecto. Para mí, una mentira en la publicidad dice que el producto contiene soja, si no lo es, o que anuncian con gran popularidad que los cosméticos contienen oro de 24 quilates, pero en realidad consiste en otro metal de casa. Pero exagerar con Photoshop es exagerar o sublimar en lugar de engañar. La publicidad comienza con algo real (máquina, fragancia, crema) nos venden sueños que a menudo son bastante engañosos. Si quisiéramos verdades simples, los comerciales tendrían que ser similares a los documentales de La 2. Y, por supuesto, serían un mar de verdades, pero Perry tampoco las vería.
John Keras recomienda:
– Para aquellos con ASA, relájese un poco, lo cual no está tan mal.
– Para aquellos L’Oréal que dejan de usar Photoshop a todas horas. El personal de los portavoces es el que menos lo necesita.
– Rachel Weiss para mantener su cabello y frescura.
– A los creadores publiQue siguen exprimiendo nuestros cerebros para hacernos adictos a cosas que no necesitamos.
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