Protector solar de mis hijas |
Estos días en la playa veo imágenes interesantes. Familias enteras van cargadas de toallas, hamacas, sombrillas, bolsos, … Algunos parecen trasladarse a la playa para no moverse durante tres semanas. Instalan su «chiringuita», clavan paraguas, desdoblan toallas, ponen bolsas y cuando llega el momento, consiguen protector solar para todos. Gran error. Si todos van a la playa con su traje de baño y toalla, y sería impensable que después de bañar la abuela le dejara un traje de baño al nieto y así se lo pasaran, es muy importante que todos traigan su producto de protección. Y el sol no es uno para todos. Además de considerar el tipo de piel, clara u oscura, debe saber que la edad juega un papel importante bajo el sol.
La protección que usaba mi esposo |
Si hay un momento en la vida en el que hay que extremar las precauciones, es en la infancia. Hasta los seis meses, los bebés nunca deben exponerse a la luz solar directa, y desde allí hasta los tres años, no se debe bajar la guardia. Siempre que no estén en el agua, deben protegerse con camisa, gorra, preferiblemente debajo de un paraguas, y cremas con altos índices de protección. Su piel es mucho más delicada que la de un adulto, y los mecanismos de termorregulación están poco desarrollados, por lo que no experimentan el ardor que puede tener un adulto. En cuanto a la protección de los niños, lo mejor son los productos con filtro solar, porque contienen un elemento bloqueador de la luz solar. Es necesario seguir estrictamente este punto en los niños, porque su piel absorbe los alimentos más que en los adultos. Además, con los bebés es mejor utilizar productos que sean resistentes al agua y a la arena, y por supuesto necesitan ser reutilizados cada vez que salen del agua. En resumen, todo el mundo debería llevar su fotoprotección personal a la playa. En las fotos les muestro los primeros protectores solares que usamos en mi familia.
Los primeros peldaños que usé este verano |
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