Honestamente, no he visto un éxito de taquilla catastrófico «.2012«Esa película que predice el fin de los tiempos porque me lo dijeron».cuando termine «,» capítulot «,» se acabó «, nunca me gustó. Cuándo maya Oh AztecasComo no sé muy bien cuál de los adivinos de estas culturas precolombinas nos predijo un año decente hace un siglo, explicando sus oráculos, y decidió que 2012 fue el último año que dejamos en el planeta, no soy temeroso. Nada de esto, contra lo cual seguiré resistiéndome, sin embargo, tomando precauciones, porque no sería que los gurús de la época tuvieran razón, y a los terrícolas nos gustaban los dos noticieros. Así que decidí aprovechar al máximo el último aliento de 2011, que nunca se sabe.
Lo primero que hice fue hacer que el chico abriera algunas botellas. Vega Sicilia que guardaba en su bodega desde el 85 del siglo pasado. «José Marie, le dije cuando terminó, páganos señalando tostando vino que no íbamos a dejar que las cucarachas”Que probablemente sean los únicos que van a sobrevivir a tantas hecatombe declaradas. No, Vega Sicilia desde los 85 años merece toda una ceremonia del vino, brindando con sus descendientes y sobrinos de otras personas que, aunque son yogurt de veinte años, tienen la edad suficiente para saber que Vega Sicilia es un vino tinto famoso por lo que han No volvió a intentarlo en su vida, y menos de esta privilegiada colección. Si tenemos que terminar, que sea con buen gusto uno de los mejores vinos que he probado en mi vida. Sí, mi novio ha abierto cuatro de sus preciosas botellas en mi presencia durante los últimos días.
El segundo almuerzo se lo voy a dar a mis amigos del colegio, de los que soy amigo desde hace 46 años (éramos bebés cuando negociamos Montealto), Prometo no ir a Castellana 8, para que la resaca no me vuelva a atacar, y no tenga fuerzas para ir a Portugal tomar este 2012 mal decorado con las mejores sonrisas, presumir dos veces del salto que nos llega; el primero cuando el reloj del Puerto del Sol suena a cuarto y doce campanadas; el segundo, si en un Pusada de Setubal, en una hora nos entregamos al puerto, pasas (en un país vecino toman de una docena de pasas que tragan más que uvas), bombo, estrías y fado atrapado. Después de beber y cenar, no quería dejar este mundo, aunque fuera impuesto por los mayas o los aztecas (que sigo dudando) sin tener una conversación íntima con mi hija en la que haces confesiones muy profundas Vela.
Así que también hice espacio en mi ajetreada existencia a la hecatombe para detener Solana y Rahana (C / Serrano, 56. Madrid) y disfrutar de la jornada estético-confesional, que en el centro bautizaron como «Confesiones de madre e hija«Un lujo que recomiendo a todos los que tienen descendientes de una merecida edad. Se trata de abrazarlo de la mano, lava tu cabello mientras masajeas tu cuero cabelludo, trata tu cabello con olor a buena repostería, peina tu cabello y haz una manicura, todo con belleza, todo, y tu hija te habla de su novio, y tú eres tuya, o el padre, o la cosa de la menganita, que se metió con una puta, u otra intimidad para la que la convivencia doméstica no tiene tiempo. Pilar Y. Olga, así llamadas las propietarias de este maravilloso salón, son dos de esas mujeres que, no creo que el 2012 se les adelante. Es más, estoy convencido de que cuando el presagio precolombino se haga realidad, las cucarachas sobrevivirán y estarán solas, y creo que les cuesta sacarme.
Otra sugerencia que me gusta son las que llaman «Princesas«Se trata de celebrar un cumpleaños con amigos (A partir de 10 años) en la peluquería. Cierran la tienda, cuidan su cabello, aplican maquillaje y manicura, además, preparan una botana y preparan una tarta y velas. Sin duda, «Feliz cumpleaños«Lo que ni los homenajeados ni los invitados olvidarán jamás».Venta por 40 euros por persona). Mientras tanto, la madre compras en la zona, aunque sea fácil de buscar, hay muchas tiendas nobles donde cultivar el gusto. Y termino mis actividades para el fin del mundo. Desde aquí queremos que los gurús indios precolombinos se cuelen de principio a fin, y lo que realmente nos viene en 2012 es el fin de este mercado de la sangría, al que llaman la crisis, para tener más pan y menos embutidos y eso En los momentos más duros siempre tenemos un hombro en el que descansar la tristeza … Ah, y para que el año no me alcance a un ritmo diferente, decidí quitarme la máscara, pero esa es la historia de 2012.
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